"El reto es formar a futuros adultos capaces de gestionar la incertidumbre del siglo XXI"
- Actualizar el sistema educativo ya que el que tenemos se diseñó hace 150 años.
- Preparar a los niños para enfrentar los problemas actuales: el cambio en el modelo económico, el medio ambiente, la diversidad...
- El desarrollo en los alumnos de competencias como: la creatividad, la innovación, la autoconfianza, la independencia. Deben ser personas comunicativas y con visión de futuro. Deben indagar y cuestionárselo todo. El sistema tradicional enseña certezas, conocimientos y reglas. Es un aprendizaje previsible. El reto está en formar a futuros adultos capaces de gestionar la incertidumbre. No debemos olvidar las asignaturas tradicionales, pero hay que ofrecer mucho más a los alumnos.
- Los profesores deben tener la oportunidad de pasar temporadas fuera del colegio, lejos de la docencia. Cercanos a profesionales, para conocer qué es lo que la sociedad requiere y demanda. El profesorado debe estar abierto a los cambios, al progreso, ir más allá, comprometerse y renovarse. Y la sociedad debe permitírselo y reconocérselo.
- Educación y política deben estar separados. El concepto de “política educativa” es el problema. Los políticos creen estar cualificados para decidir cómo educar. La enseñanza es algo muy complejo y su transformación lleva un tiempo. Los políticos buscan titulares y resultados en corto plazo. Planteo dos retos a los políticos: dar capacidad de decisión y confianza al profesorado. Un buen ejemplo en Europa es Finlandia.
- Preparar a los niños para enfrentar los problemas actuales: el cambio en el modelo económico, el medio ambiente, la diversidad...
- El desarrollo en los alumnos de competencias como: la creatividad, la innovación, la autoconfianza, la independencia. Deben ser personas comunicativas y con visión de futuro. Deben indagar y cuestionárselo todo. El sistema tradicional enseña certezas, conocimientos y reglas. Es un aprendizaje previsible. El reto está en formar a futuros adultos capaces de gestionar la incertidumbre. No debemos olvidar las asignaturas tradicionales, pero hay que ofrecer mucho más a los alumnos.
- Los profesores deben tener la oportunidad de pasar temporadas fuera del colegio, lejos de la docencia. Cercanos a profesionales, para conocer qué es lo que la sociedad requiere y demanda. El profesorado debe estar abierto a los cambios, al progreso, ir más allá, comprometerse y renovarse. Y la sociedad debe permitírselo y reconocérselo.
- Educación y política deben estar separados. El concepto de “política educativa” es el problema. Los políticos creen estar cualificados para decidir cómo educar. La enseñanza es algo muy complejo y su transformación lleva un tiempo. Los políticos buscan titulares y resultados en corto plazo. Planteo dos retos a los políticos: dar capacidad de decisión y confianza al profesorado. Un buen ejemplo en Europa es Finlandia.
- Ayudar a los padres a entender que el mundo ya no es como era cuando ellos crecieron. Creo que hay muchos padres que piensan que el sistema no está funcionando, pero no saben cómo tiene que ser para que lo haga. Así que los políticos han de tener mucho coraje en lugar de pensar a corto plazo.
- Que el educador descubra los intereses y capacidades de cada niño, respetando su ritmo y ofreciéndole aquello que esté acorde con sus posibilidades.
- Implicar a las empresas en la educación desde primaria para conocer cuales son sus necesidades.
- Hay que enseñar a usar la red de forma responsable. La revolución digital nos hace más cercanos entre nosotros. Es vital asegurarse que los niños disfrutan del contacto humano. Tarea de los padres y de los profesores.
- Debemos conservar los dos mundos. El digital y el tradicional. Hay estudios que demuestran que los niños que usan redes sociales tienen mejor capacidad comunicativa, tanto hablada como escrita.
- Enseñar a los niños sin anularlos pues ellos son lo suficientemente críticos.
- Implicar a las empresas en la educación desde primaria para conocer cuales son sus necesidades.
- Hay que enseñar a usar la red de forma responsable. La revolución digital nos hace más cercanos entre nosotros. Es vital asegurarse que los niños disfrutan del contacto humano. Tarea de los padres y de los profesores.
- Debemos conservar los dos mundos. El digital y el tradicional. Hay estudios que demuestran que los niños que usan redes sociales tienen mejor capacidad comunicativa, tanto hablada como escrita.
- Enseñar a los niños sin anularlos pues ellos son lo suficientemente críticos.
- Hay que identificar esos comportamientos y habilidades que necesitamos que tengan los jóvenes, reconociendo que lo que no se puede poner en un examen no quiere decir que no sea valioso.
